Áreas de Trabajo de la Osteopatía

La Osteopatía comprende tres áreas de trabajo: craneal, estructural y visceral.  Para conseguir equilibrar el cuerpo es necesario que todo trabajo osteopático aborde estas tres áreas y así la Osteopatía pueda expresar realmente su esencia.

 

 

Área craneal

 

El trabajo sobre la esfera craneal comprende el equilibrio y regulación de los huesos del craneo.

 

La arquitectura craneal está directamente relacionada con las membranas intracraneales, principalmente la duramadre.  Al salir del craneo, esta membrana recorre todo el interior de nuestra columna vertebral envolviendo a la médula espinal hasta el hueso sacro. Estas membranas no son elásticas por lo que  cualquier tensión producida en la estructura craneal afectará directamente a toda la columna vertebral.

 

Además las membranas intracraneales están íntimamente relacionadas con el sistema nervioso central. Por eso, la tensión de estas membranas afecta enormemente a todo nuestro cuerpo, ya que el sistema nervioso central gobierna todas las funciones e inerva todos y cada uno de nuestros tejidos.

 

Por otro lado en el craneo tienen su origen las cadenas musculares. Estas cadenas recorren nuestro cuerpo entero desde la cabeza hasta los pies.

 

Es lógico pensar que cualquier alteración de la estructura craneal afecta al funcionamiento de estas cadenas musculares produciendo diferentes alteraciones funcionales en todo el cuerpo que se manifiestan a través de diferentes formas. 

 

 

 

Área estructural

 

El trabajo sobre la área estructural en el trabajo osteopático comprende el equilibrio a nivel muscular y esquelético, sistemas que funcionan en completa interdependencia.

 

A nivel muscular es importante saber que toda la musculatura está conectada entre sí por las ya mencionadas cadenas musculares. 

 

Las cadenas musculares son como autopistas anatómicas que recorren todo el cuerpo y por las que circulan las fuerzas que generan los movimientos, así como la acción estática y biomecánica. Cualquier alteración en un músculo afecta al funcionamiento del resto de la cadena a la que pertenece, produciendo diferentes trastornos y alteraciones funcionales.

 

El trabajo osteopático a través de sus técnicas manuales equilibra y conecta estas cadenas musculares.

 

A nivel óseo el trabajo comprende la normalización de la movilidad de todos los segmentos del esqueleto: 

 

La columna vertebral, compuesta por  7 vertebras cervicales, 12 dorsales y 5 lumbares.

 

La pelvis, compuesta por los dos huesos ilíacos y el hueso sacro.  

 

El tórax, formado por las costillas y el esternón. El miembro superior, compuesto por la escápula, la clavícula, el húmero, cubito, radio, los huesos de la muñeca y la mano. 

 

El miembro inferior, formado por el fémur, la tibia, el peron, huesos del tobillo y el pie.

 

Área visceral

 

El trabajo en el área visceral tiene la finalidad de recuperar la movilidad y la motilidad de los órganos y vísceras.

 

Podemos afirmar que el origen de muchas alteraciones músculo-esqueléticas está en la alteración de la movilidad y la motilidad visceral. Al equilibrar la esfera visceral, se libera la tensión corporal relacionada con el órgano o víscera perturbado.

 

El correcto funcionamiento de los órganos está estrechamente relacionado con su movilidad y motilidad, por lo que al devolverle el equilibrio perdido a un órgano o víscera también facilitamos que mejore su función.

Puedes entrar en las diferentes secciones para saber más:

  1. ¿Qué es la Osteopatía?
  2. Principios esenciales
  3. Historia